Las iglesias y organizaciones religiosas en Australia han pedido una «Ley de Libertad Religiosa» que les daría el derecho, a los grupos de Fé, de contratar y despedir empleados si su sexualidad no se ajustaba a la enseñanza religiosa.
Las leyes antidiscriminatorias australianas contienen excepciones para que las organizaciones de Fé discriminen de acuerdo con sus puntos de vista religiosos, incluso cuando contratan empleados para sus instituciones. Sin embargo, estos grupos proponen que se establezca una ley federal específica para proteger la libertad religiosa, que anularía las leyes antidiscriminatorias de los estados y territorios de Australia.
En una presentación a la Revisión de Libertad Religiosa de Phillip Ruddock, la Conferencia de Obispos Católicos de Australia ha dicho que la ley necesita aclarar si «la protección de la libertad religiosa se ofrece a cuerpos religiosos para que no se los obligue a permitir que la propiedad de la Iglesia se use para fines que no concuerden con sus creencias».
Algo que quieren evitar estos grupos religiosos, es que dentro de sus templos o lugares sagrados se puedan realizar bodas de personas del mismo sexo, por supuesto, esto iría en contra de los deseos de la diócesis.
