Manas, bien dicen los que saben que en la guerra y en el amor todo se vale.
Y como amor ya no hay pero sí guerra, mi comadre Bosé decidió echar todo su arsenal en contra del que fuera su novio por más de 26 años.
Resultase ser que, ya ven que Ignacio Palau lo demandó en Madrid, España, para lograr que los cuatro hijos que tienen, tuvieran (valga la redundancia) por igual la misma calidad de vida, educación y bienestar, pues cuando la hoy ex pareja decidieron que sería papás, lo realizaron para que los críos estuvieran siempre dentro de una familia.
Pues desde el 2018 que Miguel y Nacho se separaron, hubo tierra y mar de por medio, ya que el cantante se quedó aquí en México a vivir en CDMX (antes de aquí vivió en Panamá) y el escultor se fue a España. Pero el argumento, desde entonces, siempre fue el mismo por parte de Ignacio: que sus dos hijos debían ser reconocidos también como hijos de Bosé, porque con base en sus palabras, los niños fueron concebidos por vientres subrogados (rentados), como parte de un plan familiar.
Desde entonces, el ahora empleado de una fábrica de embutidos entabló una demanda en la que le pedía al intérprete de Nena lo justo e igual para Diego, Ivo, Thelmo y Tadeo, quienes ahora tienen nueve años y se llevan siete meses entre sí.
Luego de verse las caras en los tribunales, por fin hay un veredicto y la respuesta es que Miguel Bosé gana el juicio interpuesto por Palau, es decir, Luis Miguel González Bosé (nombre completo de la estrella internacional) no reconocerá a los hijos de Nacho Palau.
El juzgado de Madrid, donde se llevó a cabo el juicio por paternidad de los pequeños que Miguel habría tenido con Ignacio, resolvió que los cuatro niños no son hermanos, por lo que el cantante ibérico no está obligado a reconocerlos como sus hijos.
La hoy ex pareja tuvieron a sus hijos mientras estuvieron juntos, dos de ellos son descendientes biológicos directos de Miguel Bosé y los otros dos de Ignacio Palau.
