Una panadera en Nueva York acudió al rescate después de que un vendedor homofóbico le negara un pastel de bodas a una pareja de lesbianas
Mis reposteras, esta es una noticia agridulce porque muestra la terrible lesbofobia que aún existe, sin embargo, sacó a relucir a una comunidad unida.
Una hermosa alma llamada Rebecca Riley, propietaria de Peace, Love, Cupcakes en Syracuse, ofreció a la pareja de lesbianas de Pensilvania Desirie White y Jess Dowd un pastel de bodas gratis después de que la pareja hizo una publicación viral en Facebook.
La panadería original se había retirado por razones religiosas. Y no solo eso, UN MES ANTES. Eso es no tener… vergüenza.
White explicó que ella misma estaba particularmente molesta como persona religiosa y dijo: «Sé que MI DIOS no me condenaría ni negaría por lo que soy y por lo que amo».
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Riley explicó que la negativa del pastelero a hacer el pastel de bodas LGBTQ+ la puso “furiosa”, y como estaba “a solo dos horas y 52 minutos”, proporcionaría el pastel de limón vegano de la pareja de forma gratuita.
White le dijo a Syracuse.com: “Inmediatamente comencé a llorar, como si algo me golpeara en el estómago.
“Algunas personas de mi familia no irían tan lejos por nosotras”.
White agregó en una publicación de seguimiento en Facebook: “Rebecca… extendió su mano sin pensarlo dos veces para ofrecer sus servicios para hacernos un hermoso pastel sin costo alguno con el apoyo de sus seguidores.
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“Es tan irreal que no sabemos cómo comenzar a entender esto y expresar nuestra gratitud.
“Una persona nos dio la espalda y toda una comunidad se acercó para estar a nuestro lado y la sensación que tengo de eso es tan abrumadora… desde el fondo de nuestros corazones queer, gracias”.
Nos quedamos con lo bueno, manas. Estos actos de transfobia, homofobia, bifobia, lesbofobia y todas las fobias, no nos van a detener y solo demuestran que estamos y seguimos más unidos. ¡Y ni modo!
No es la primera vez que esto sucede
Desafortunadamente, la negativa a hornear pasteles de boda para parejas LGBTQ+ no es nada nuevo, ya que el panadero de Colorado, Jack Phillips, ganó reconocimiento nacional cuando se negó a servir a dos hombres para su próxima boda.
Citó «objeciones religiosas» como razón para rechazar el servicio de pareja y afirmó que Jesucristo en realidad discriminaría a las personas homosexuales.
La pareja presentó una queja ante la Comisión de Derechos Civiles de Colorado (CCRC), que dictaminó que Phillips no debería haber rechazado el servicio.
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El caso, sin embargo, terminó en la Corte Suprema de los Estados Unidos, en una batalla legal que ganó Phillips.
Mientras estaba en medio de su batalla en la Corte Suprema, Phillips presentó una demanda por separado contra la CCRC después de que dictaminó que había discriminado a una cliente trans, Autumn Scardina , que quería un pastel para el primer aniversario de su transición de género.
Tristemente, se le entregó una segunda victoria cuando la CCRC se vio obligada a abandonar su caso.
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